jueves, 6 de agosto de 2009

Despues de la tormenta... lindas flores para alegrar el corazon

Waaaa... como empezar... ps despues de terminar con mis labores domesticas como la buena Mary Xochitl que soy..(ehm, ehm!!!) ps.. me puse a pensar en las cosas del raciocinio y el corazon... si sonara cursi pero la Srta. Catastrofe pues resulta que esta en medio de una catastrofica relacion bue.. catastroficas relaciones!!! Waaaa ... Bue.. el punto es que como andaba triste y la lluvia llego empapandome con su melancolia ps.. decidi ponerme algo abrigador y salir a admirar el atardecer despues de la tormenta y dije hoy les tomare fotos a las flores por q me encantan!!!! tan sencillas y despreocupadas....
tome esta foto jijiji y ps me gustan los charcos saltar en ellos mojarme hasta las rodillas, reflejarme en ellos y ps cantar... si las gotas de lluvia fueran de chocolate je je je me gusta el cielo reflejado en ese charcote... simplemente me gusta muxo el cielo tengo que admitir que salte en el charcote y waa me moje muxisimo cabe encionar que por mi diminuto tamaño casi me ahogo... pero bue.. pulgarcito una vez mas a mi rescate logro salvarme jejeje !!!
Bue... ps flores para alegrar el corazon!!! no cabe duda que sus colores me enkntaron!!! y lograron poner una sonrisa en mi rostro... siempre dadivosas pusieron su mejor sonrisa ante la camara

( Como la flor... como el amor.. que siempre te dare.. que siempre te- da-re!!!)
( Ayyy dejame ver como es que floreces... con 5 petalos te absorbere...)

( Y yo te quiero poner en 4 en 4 !!! en 4 balcones que tengan flores de muchos colores!!!)

( If you´re going to San Francisco... be sure to wear some flowers in your hair...)


Y finalmente me senti mejor...

Saludos y bsos a todos!!!





domingo, 2 de agosto de 2009

EL CUADERNO DE TODO

por Juan José Rodríguez

Yo de niño tuve un cuaderno que era para todo, destinado a registrar por orden de aparición aquellas maravillas del mundo que reclamaban espacio en mi memoria y un escenario dentro de mi conciencia gráfica.
Esto incluía tanto a las emanaciones del mundo irreal como el metódico esquema educativo propuesto por la escuela primaria. En vez de varios aburridos cuadernos, asignados a cada materia, yo era feliz con un solo volumen donde la instrucción y a destrucción podían ser la misma ante el vuelo de mi pluma. Ese cuaderno era para escribir, dibujar y también para caricaturizar.
La primera hoja podría ser de Matemáticas. La segunda de Español; la tercera de Ciencias Sociales, con un dibujo integrado a media hoja, sobre la película vista en la tele el día anterior o algún novedoso diseño de naves espaciales... en fin, todas las posibilidades que otorgan el infinito y la libertad del pensamiento.
Ese cuaderno tenía otra particularidad adicional. Iniciaba en cualquier parte y no requería continuismo: yo nomás abría al azar, cuidando que fuese en las primeras páginas, y allí transcribía lo dicho por la maestra. Si luego no encontraba el texto en mi Cuaderno de Todo, no había problema; al cabo yo nunca estudiaba y, cuando se trataba de la tarea, menos me preocupaba por cumplir con ella.
Yo era un niño muy participativo que captaba y asimilaba todo en clase, pero a pesar de mi elocuencia y conocimientos adquiridos en casa, jamás pude sacar dices o diplomas a lo largo de mi tambaleante trayectoria académica.
Al ingresar a la secundaria, esta anarquía tuvo que acabarse. Tantas materias y voces de diferentes maestros confundían mi mundo propio y la manera en que yo asimilaba la educación formal... Ya no fui el amo de lo que entraba y salía de mi mente. Todo tenía que llegar en bloques previos a los que ya no podría moldear a mi manera, ni siquiera a la hora de vertirlos en el cuaderno. Ni modo. Fue necesario cargar con varias libretas. Irme en cuaderna vía rumbo al conocimiento.
Hoy sigo usando cuadernos; algunos cubiertos de piel o pasta dura. Las librerías con buen gusto ofrecen libretas y bitácoras personalizadas con el nombre, la silueta o muestras de la caligrafía de grandes escritores.
Y así vamos y venimos yo y mis cuadernos, casi igual que esta página, con el deseo de arrastrar en su velo aquello que otros autores llamaban la maravilla, la vanidad y el ruido del mundo.
Sólo con una búsqueda:
Abolir para siempre la página en blanco y contarlo todo.