Diario de un egoísta:
«Soy egoísta, las mujeres me lo reprochan a menudo. Y qué le voy a hacer, la libertad de acción y la independencia de espíritu son mis únicas obsesiones. Pero, cuidado, no lo guardo todo para mí, al fin y al cabo, el egoísmo no es más que una desviación, un refugio para encontrarme mejor a mí mismo y compartir. Sí, prefiero seguir mis ideas antes que las reglas preestablecidas. Esto significa correr riesgos, ir donde nadie va.
En 1990, Jacques Polge, el perfumista de Chanel, creó este perfume para mí. Desde entonces somos muchos los que lo utilizamos. Las mujeres están más bien furiosas. Cuando las provoco, les da rabia y dan portazos. Al menos, saben que conmigo no se aburren. A un egoísta no se le impone nada, no es su principio poder elegir lo mejor para él? Yo elegí ÉGOÏSTE, eso es todo.»
¿Por qué no ser un poco egoísta?